22 de enero de 2013

Where we run



Así que esta vez aquí es dónde debemos correr,
dónde buscamos las piezas que ya hemos perdido.
Ya no hay otro lugar que conozcamos, esto es lo último que queda.
Los centros comerciales, los grandes almacenes, las tiendas "fashion" 
complaciéndonos con distracciones y alimentando nuestras esperanzas
con presuntuosidad y cosas baratas. 
Los dulces y las gemas que me venden están rotas y podridas,
pero sabrán y brillarán mejor si volteó hacia otro lado.

Con lavados de autos, psiquiatras y cirujanos plásticos rezando comerciar,
nos muestran el camino a un lavado y encerado de $50, cortadores de galleta 
según tu personalidad y una cara que sólo Michael Jackson podría amar.
¿Quién necesita amor? ¿Quién necesita amigos?
¿Quién necesita un poco de.... sinceridad?

Suban al tren, caigan de las carretas, arrodíllense ante el progreso.
Juntemos las manos y demos la bienvenida a la "Nueva Era",
a un momento en que hasta el plástico es falso y hemos perdido los 
moldes de la verdad, y la verdad ahora es verde, un antibiótico
para crecer mejor.
Mentiras más fuertes.

Es hora de abrirnos a la mediocridad y desterrar a aquellos que 
"quieren ser algo más".
Más que "nada" viene de la "nada" y necesitamos "nada" para ver lo que "algo" es.
Estamos en una época de prosperidad, la cocaína es "legal" y muere más gente
en las fiestas que en las calles.
Ya no hay falsa violencia, sólo violencia verdadera.

Nos encanta este "true blue", el "nuevo" planeta. Más brillante, elegante, clásico.
Campeón de hambrunas, trabajo infantil y bebidas venenosas.
No podemos sino besar nuestras banderas mientras arden,
y ver nuestras ciudades desplomarse bajo el yugo de la delincuencia y el gobierno.
Y todo lo que nuestros padres nos dicen, no es más que el molesto zumbido
de una estación de radio,
con música sin propósito, sólo ruido.
Viviendo, esperando a que los demás decidan, si mi vida vale
o si sólo seré una desterrada más del consumismo.

Slán go fóill!

5 de enero de 2013

Moon Daughter


Ella siempre quiso ser la heroína.
Ser el príncipe de una contienda eterna,
el redentor de su hermosa princesa.
Vagando solitaria.
Explorando caminos imposibles,
Atardeceres interminables.

No importaban las épicas batallas,
ni las palabras de aliento.
Lágrimas, saladas como el mar.
Tristezas que susurran al viento.

Existieron gloriosas victorias.
Besos con sabor a oro,
verdes prados colmados de eternidad.
Pero ella jamás se quedó...

Las derrotas carcomían su alma,
cual demonio que despelleja la esperanza
del que cree.

Ella fue perpetuamente amada
por aquellos que construirían un mundo nuevo
para su "amor verdadero".
Un mundo que no podía existir,
por el orgullo de una princesa malcriada.
Por miedo.

Llena de obsesiones, locuras y vicios.
Con ojos claros como el manantial
y oscuros cabellos.
Hija de la luna, hija de la Tierra.
Siempre negando su destino.
Nunca fue rescatada.