
Las mujeres de origen Celta eran criadas tan libremente como
los hombres. A ellas les era dado el derecho de elegir sus
compañeros y nunca podrían ser forzadas a una relación que no
querían. Eran enseñadas a trabajar para que pudieran garantizar su
sustento, eran excelentes amantes, amas de casas y madres.
Enseguida
les comparto un poco de los valores y lecciones que antiguamente eran
practicadas por las mujeres de esta religión:
“Ama a tu hombre y
síguelo, pero solamente si ambos representaran, uno para el otro, lo
que la Diosa Madre enseñó:Amor, compañerismo y amistad”
Jamás permitas que
ningún hombre te esclavice: naciste libre para amar, y no para ser esclava.
Jamás permitas que tu
corazón sufra en nombre del amor.
Amar es un
acto de felicidad,
¿por qué sufrir?
Jamás permitas que tus
ojos derramen lágrimas por alguien que nunca te hará sonreír.
Jamás permitas que el
uso de tu cuerpo sea cercenado.Tu cuerpo es la morada del espíritu. ¿Por
qué mantenerlo aprisionado?
Jamás te permitas estar
horas esperando a alguien que nunca vendrá, aunque te lo haya
prometido.
Jamás permitas que tu
nombre sea pronunciado en vano por un hombre cuyo nombre ni siquiera sabes.
Jamás permitas que tu
tiempo sea desperdiciado con alguien que nunca tendrá tiempo para ti.
Jamás permitas oír gritos
en tus oídos.¡ El Amor es lo único que puede hablar más alto!
Jamás permitas que
pasiones desenfrenadas te lleven de un mundo real a otro que nunca existió.
Jamás permitas que otros
sueños se mezclen a los tuyos, volviéndolos una gran pesadilla.
Jamás creas que alguien
pueda volver cuando nunca estuvo presente.
Jamás permitas vivir en
la dependencia de un hombre como si hubieras nacido inválida.
Jamás te pongas linda y
maravillosa a fin de esperar un hombre que no tendrá ojos para admirarte.
Jamás permitas que tus
pies caminen en dirección de un hombre que vive huyendo de ti.
Jamás permitas que el
dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el
remordimiento y todo aquello que pueda sacar el brillo de tus ojos, te dominen,
haciendo enfriar la fuerza que existe dentro de ti.
Gracias por leer,
estimados y conocedores lectores. Espero que este conocimiento haya cambiado en
algo la visión represiva que tenemos sobre la libertad de ser mujer y amar.
Slán go fóill.
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