Su madre fue una hermosa mujer, destinada a ser la soberana de un lejano reino de los planos mortales. Su padre, un señor de los infiernos, general de ejércitos diabólicos. Un demonio maquiavélico, despiadado y lleno de rencor, pero que creía en la justicia. Su historia de amor deberá ser contada en otro momento, lo verdaderamente importante fue lo que crearon juntos, una fuerza que cambiaría los paradigmas del mundo.
Los meses corrieron, casi tan rápido como el viento, y trajeron la noticia de una nueva vida. La princesa en sus delirios, contaba historias de guerreros desaparecidos, leyendas y mitos. Poco duró su vida, pero recuerdo muy bien sus últimas palabras:
- Lo único que deseo mi señor, es que le des la oportunidad de ser libre, no la condiciones por su naturaleza. Ámala como me amaste a mí y cuídala como el tesoro más importante de tu vida-
Millerna era una niña preciosa de largos cabellos púrpuras y unos curiosos cuernos pequeños salían de su frente. Sus ojos eran los de su madre pero estos tenían un inquietante resplandor violeta, sus alas eran negras y causaban miedo a aquellos que la veían, su piel era tan pálida como la nieve y sus labios rojos como el carmín .La familia real enmudeció al ver aquella criatura, ¿que era? se preguntaban todos, era hermosa si, pero también era escalofriante. Cuidaron de ella y la amaron tanto como sus corazones lo permitían, hasta que un día desapareció, sin dejar ningún rastro, solo quizá, la peineta de su madre.
Se convirtió de niña en mujer, en un lugar que no ofrecía más que dolor, sin amor, sin cariño, sin una familia...
Se convirtió de niña en mujer, en un lugar que no ofrecía más que dolor, sin amor, sin cariño, sin una familia...
Muchos inviernos pasaron, experiencias des esperanzadoras, amores perdidos, morales torcidas y un camino lleno de obstáculos que parecían insuperables.Todo para que llegará el día en el que podría ser libre y conquistar el único camino que significaba algo para ella. La fe.
Slán go fóill
2 comentarios:
Una grandiosa historia de una grandiosa paladina.
Y claro que espero ansioso la siguiente parte.
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