Sometimes I lose

A veces pierdo cosas.

A veces son cosas pequeñas.

Cosas como mi celular o mis llaves.

Los lápices, pulseras, cintas para el pelo y encendedores solo desaparecen, sin advertencia o causa alguna.

A veces pierdo cosas más grandes.

Cosas como mi suéter favorito o mi bolsa de la escuela.

Cosas como la razón por la que regresé de nuevo a mi habitación o el recuerdo de lo que desayuné aquella mañana de abril.

A veces pierdo el tren de mis pensamientos, el punto al que quiero llegar o una idea.

A veces pierdo peleas.

A veces pierdo amigos.

Me gusta pensar que todas las cosas que pierdo van al mismo lugar.
Un lugar totalmente plano, blanco...lleno de monedas, poemas y toda clase de cosas.
Y me gusta pensar que esperan ahí, pacientemente.
Esperan a que alguien las encuentre.

Un día... perdí mi pasión.

Se alejó, flotando como un globo de helio a la deriva, hacia el sol.
Pero no podía dejarla ir.
La perseguí dentro del cielo.
Pase junto a la luna, las estrellas y la vía láctea.
Y la seguí a ese lugar blanco.
Y me enfrenté a un mar de lápices, pulseras, monedas, encendedores y cintas para el pelo.
Enfrenté mis peleas, discusiones, ideas, aspiraciones y promesas.
Me preguntaron por qué nunca fui a buscarlos, por qué las dejé desaparecer.
Les conté la verdad. Les dije:
"Algunas cosas tienen que perderse, para que las nuevas puedan ser encontradas".

Até mi pasión a mi muñeca con un pedazo de listón rojo,
y la deje flotar sobre mi cabeza, como si fuera un guardián.
Me recuerda que siempre que ese nudo se mantenga ( y lo ato doble para estar segura),
no importará cuantas cosas pierda.
Tengo lo más importante.

Slán go fóill.

Para ti Carlos, por qué aún cuando pierdes siempre buscas encontrar.